Los conectores, una pieza clave en las instalaciones eléctricas

En toda instalación eléctrica, presente en casi todos los proyectos de construcción y en prácticamente cualquier proceso productivo de las empresas del sector industrial entre otros, es necesaria la presencia de conectores, una pieza clave en todo este tipo de instalaciones y que debe cuenta con una serie de características que le permiten adaptarse a una u otra instalación.

Esta pieza en particular es la que permite, como su propio nombre indica, conectar las diferentes fuentes de alimentación con el dispositivo en concreto, permitiendo el flujo de energía necesario para que dicho dispositivo funcione, y a la vez fijando y asegurando dicha conexión de manera efectiva y adecuada.

Existen diferentes tipos de piezas de conexión que permiten que todos los distintos tipos de fuentes de alimentación puedan ser aprovechados de manera eficaz para proporcionar energía, ya sea mediante corriente continua o corriente alterna, a los distintos dispositivos usados en las instalaciones correspondientes.

La terminación de estas herramientas de conexión puede ser de tipo macho o hembra, teniendo los tipo macho unas clavijas externas que se insertan en el puerto de conexión del dispositivo y los tipo hembra una hendidura en que se insertan las clavijas presentes en el puerto de conexión del dispositivo en cuestión. Existen también adaptadores o conectores llamados hermafroditas que pueden conectarse a otra pieza de conexión similar.

Estas piezas de conexión, cuando son usadas en un sistema de cableado de red estructurado pueden diferenciarse en tres tipos distintos dependiendo del tipo de cableado que se use en ellos. Estos tres tipos son el de cable trenzado, el más usado en la actualidad y en la mayoría de instalaciones, el de cable coaxial y el de fibra óptica.

Existen una gran cantidad de conectores con los que adaptarse a los diferentes dispositivos y fuentes de alimentación

La carcasa de los conectores, construida habitualmente con materiales como el plástico o la cerámica, encapsula los pines terminales, construidos con materiales conductores, que se conectan entre sí para unirse al circuito.

Esto permite una adaptabilidad total y una posibilidad de intercambio muy alta que hace que se adapten de manera correcta y eficaz a distintos tipos de fuentes de alimentación y dispositivos que existen en las distintas instalaciones eléctricas en la actualidad.

Las clavijas que forman parte de estas piezas en ocasiones están diseñadas de manera que solo puedan encajar en el puerto de conexión del dispositivo en una posición en concreto, lo que los protege del desgaste y asegura mejor la conexión.

Los conectores que existen en la actualidad pueden contar con una serie de características de protección que los hacen adecuados para ciertas instalaciones y circunstancias, como son la protección contra interferencia electromagnética, contra la presión, contra la humedad y contra la presencia de polvo.

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